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Uno de los elementos que más lucen en nuestros coches son las llantas, siempre que estén bien limpias y relucientes.

Con el tiempo se van ensuciando y, si nos descuidamos, pueden acabar bastante negras y feas. Por ello mantenerlas limpias es muy importante.

A continuación te dejamos el proceso que debes seguir para tener unas llantas limpias y brillantes.

Antes de empezar a limpiar:

Debes asegurarte de que las ruedas estén totalmente frías, ya que los frenos acumulan y transmiten a la llanta una gran cantidad de calor, por lo que puede ser peligroso para nuestra seguridad y además pueden hacer que los productos usados se sequen antes de tiempo y perjudiquen la superficie de la llanta.

Siempre que se utilice por primera vez un limpiador de llantas, debemos probarlo primeramente en una superficie pequeña de la llanta, ya que el producto puede no ser el indicado para nuestro tipo de llanta. Si observamos que el producto ha dañado o afectado a la llanta debemos no volver a utilizar ese producto y encontrar uno que se adapte a las llantas de nuestro coche.

Una vez tenemos el producto indicado es fundamental respetar los tiempos de aplicación que marca el fabricante del limpiador, ya que si no se siguen estos tiempos pueden dejar marcas no deseadas.

10 pasos a seguir:

Lo que vas a necesitar para limpiar las llantas es lo siguiente:

  •          Guantes
  •          Cubo con agua
  •          Jabón
  •          Productos limpiadores específicos
  •          Cepillos y pinceles

 

En primer lugar no debemos olvidar ponernos los guantes, ya que el producto limpiador puede dañar nuestras manos. Llenar un cubo de agua y añadirle el jabón. Poner el doble de la concentración recomendada.

Es aconsejable limpiar las ruedas una por una y no todas a la vez, ya que si dejamos el producto demasiado tiempo sobre una rueda puede dañar la pintura. Limpiar la parte interior de la llanta primero. Aplicar una buena capa de limpiador de llantas, y dejarlo actuar unos 3 minutos.

Mojar el cepillo en el cubo con agua y jabón y lavar la llanta y el neumático. Es recomendable utilizar un cepillo específico para las llantas y otro para los neumáticos y aclarar abundantemente.

Cuando la parte posterior de la llanta esté limpia, podemos pasar al frontal. Aclarar bien todas las partes para no dejar residuos de limpiador.

Asegurarnos que todas las llantas estén bien limpias. Aplicar una gran cantidad de protector/abrillantador de neumáticos.

Para un resultado perfecto, aplicar una capa de cera sintética sobre la llanta, dejar secar y eliminar el residuo con una toalla de microfibra.

(Es recomendable que las llantas y las ruedas sean la primera parte que se lava, puesto que de lo contrario puede salpicar y ensuciar partes del coche que ya estaban limpias).

Por último puedes aplicar una segunda capa de abrillantador para conseguir mejores resultados.

En compra de lubricantes contamos con una de las mejores espumas para limpiar la llanta y mantenerla intacta durante más tiempo. 

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